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Una de las principales decisiones que hay que tomar a la hora de montar un negocio es la forma jurídica que va a tener tu sociedad. Entre ellas puedes encontrar la Sociedad Limitada (SL), Sociedad Anónima (SA) o Sociedad Cooperativa (Coop.), entre otros.
Cada una de ellas cuenta con unas características y aspectos concretos; que se adaptaran mejor al sector de actividad y al número de socios que la van a formar.
¿Qué debemos tener en cuenta para elegir la forma jurídica?
Lo primero de todo, y un aspecto muy importante, el capital inicial que se aportará para la constitución de la sociedad. La gran mayoría de empresas en España están formadas al 90% por pymes, cuya forma jurídica es la sociedad limitada. Por ejemplo, para la creación de una Sociedad Anónima necesitas 60.000 € con un desembolso del 25% y el resto en 5 años. Por otro lado la Sociedad Limitada Nueva Empresa, tiene un capital social de 3.000 € desembolsado mediante aportaciones dinerarias.
Número de socios:
Otro de los aspectos esenciales es el número de socios que van a formar parte de la sociedad. Esto es esencial; ya que existen diferentes formas jurídicas que tienen un mínimo de socios. De forma general puedes constituir tu negocio con un socio. Por ejemplo, para la Sociedad Anónima (SA) y para la Sociedad Limitada (SL) el número mínimo de socios es de 1. En cambio, para una Sociedad Cooperativa (Coop) el número mínimo de socios es 3.
Actividad:
La actividad a desarrollar, en este aspecto, influye directamente en las responsabilidades fiscales. Esto tiene un papel esencial y determinante; ya que dependiendo del tipo de forma jurídica elegida, el impuesto que se aplique varía. Siguiendo estas premisas; por ejemplo debemos destacar que la forma jurídica Sociedad Cooperativa, es la forma mayoritaria elegida para las actividades del sector primario.
Responsabilidad:
Por último otro de los aspectos que debemos tener en cuenta, es la responsabilidad. Con esto podemos restringir la responsabilidad al capital aportado a la sociedad. Por ejemplo las sociedades civiles tienen la responsabilidad del capital ilimitada. Por otro lado, las Sociedades Anónimas. Cooperativas o Limitadas, tienen la responsabilidad limitada al capital aportado.
Una vez analizados cada uno de los aspectos importantes y esenciales a la hora de determinar la forma jurídica de tu negocio; no olvides tener en cuenta las ventajas de cada una de ellas:
Sociedad Limitada:
Es muy sencilla en cuanto a temas burocráticos, no solo para su constitución sino también para su mantenimiento. Además, el capital social mínimo exigido es relativamente bajo, siendo este de 3.000 €.
Por otro lado, el número de socios es el mínimo posible, uno, por lo que podemos adoptar la forma unipersonal.
Sociedad Anónima:
La responsabilidad frente a acreedores está limitada al capital social y bienes a nombre de la empresa. Al igual que en la Sociedad Limitada, puede ser de carácter unipersonal. En cambio, con respecto a la anterior, esta tiene un inconveniente; con respecto al capital social mínimo mucho más elevado que el resto.
La Cooperativa:
Una de las grandes ventajas es que, la empresa es de propiedad de los trabajadores en condiciones de igualdad, que a su vez es una sociedad personas. Además, existe derecho a desempleo si se ha cotizado en el Régimen General de la Seguridad Social.
Una vez conocidos los aspectos más esenciales, a modo resumen, la sociedad limitada es el tipo de sociedad adecuado para la pequeña y mediana empresa. Por otro lado, la Sociedad Anónima es la segunda forma jurídica más común, utilizándose para grandes empresas con número importante de socios.
Muchas veces este tema nos trae grandes quebraderos de cabeza, por ello si no tienes claro como debes efectuar este proceso, cuenta con It Asesores. Te ofrecemos un asesoramiento profesional y personalizado para que esta tarea sea mucho más fácil. Contacta con nosotros, queremos estar a tu lado.
